No nacimos en una oficina con un plan de negocios perfecto. Nacimos entre percheros improvisados, flyers caseros y la necesidad urgente de hacer algo distinto.
Rockandclothes empezó como una feria de ropa entre amigas y se convirtió —con alma emprendedora, mirada afilada y mucha actitud— en una marca con nombre propio y estilo que no se copia.
Nos mueve la búsqueda de lo diferente, de lo que no está en todos lados. De esas prendas que no solo se usan, transmiten. Que hablan sin necesidad de explicar.
No elegimos lo que se usa, elegimos lo que dice algo. Nuestro público no entra buscando lo de siempre, viene cuando quiere destacarse, cuando no quiere caer en el típico look de evento, cuando busca algo que no va a ver repetido.
No tenemos edad objetivo, tenemos una actitud:
Cada pieza que traemos, cada contenido que hacemos y cada paquete que armamos, tiene eso en común: intención, curaduría y ese detalle que rompe todo.
Hoy tenemos un estudio que funciona como base creativa, showroom, espacio de encuentro y laboratorio de ideas. Y queremos más: un espacio más grande, más experiencias, más contacto real. Un showroom soñado. Un local. Varios. Pero siempre con esa misma esencia que nació hace más de 12 años y nunca perdió el pulso.
Porque Rockandclothes no es solo una marca de ropa.
Es una forma de estar, decir y sentir. Y esa forma, no se copia.